viernes, 27 de febrero de 2015

Visitando San Ignacio – Provincia de Misiones. (Parte I de IV)

En un paseo de pocos días, junto con mi pareja, recorrimos la ciudad de San Ignacio en la provincia de Misiones, tratando de aprovechar lo más posible su potencial turístico.
El viaje lo realizamos en micro por la empresa Via Bariloche. El servicio cama, ya que hasta Misiones no hay servicio suite en ninguna de las empresas disponibles. Entre los servicios que proponen las empresas de ómnibus se encuentran el semicama y cama, el semicama es el más económico, y las frecuencias son bastante que cubren la totalidad del día. Via Bariloche también ofrece un servicio que ha llamado cama tuto letto, es costo es de 100 pesos más caro que el cama, pero solo tiene una salida en el día, este último servicio se caracteriza por tener un auxiliar a bordo y reclinación de asiento de 180º, 20º grados más que el servicio cama. La descripción de este servicio cama tutto letto indica que también posee cortinas para separar las butacas y así dar privacidad, pero la fotografía de ejemplo que presenta la webpage de Via Bariloche no muestra la presencia de dichas cortinas.
El servicio cama, indica que cada butaca tiene su propio monitor, pero esto no siempre es así, en nuestro viaje no nos tocó un micro con televisores individuales en los asientos, algo que está promocionado en la webpage de la empresa http://www.viabariloche.com.ar/tipos-servicio.php sino que había los tradicionales dos monitores en el centro del pasillo, y para desgracias de los pasajeros que iban en la primera mitad, el monitor de adelante no funcionaba, no fue así el nuestro que sí bien andaba.
Por lo demás, el servicio del micro iba como estaba previsto, y el chofer de ida fue muy atento con los pasajeros. Comida fría y caliente, bebida, desayuno, películas, manta y almohada.
Una mala costumbre que tienen los choferes y auxiliares en los viajes larga distancia en micro es pedir y obligar a que por la noche se cierren las cortinas de los vidrios. Esto sucede prácticamente en casi todas las empresas. Siempre ponen excusas burdas como que “cascotean los micros” cuando cruzan por la zona de Rosario, y algunas otras localidades grandes, como si la cortina cerrada va a evitar que cascoteen un micro o no se me ocurre otra razón, no se, podría ser la tranquilidad del pasajero que al no poder ver un piedrazo al micro va a viajar mejor, la verdad es un argumento pobre casi infantil, nunca me pasó que cascoteen el micro, si he visto algunos casos por la televisión, pero de que suceda un hecho semejante a que te obliguen a cerrar la cortina de la ventana, hay un trecho. Si uno pagó, y desea ir observando por la ventana, la ruta, el borde, las estrellas, las luces, los paso por los pueblos, o la oscuridad de la noche ¿por qué se debe lo debe privar?. Tampoco es que están vigilando todo el trayecto, te dicen que mantengas cerrada la cortina uno por uno, al mismo que ellos (choferes o auxiliares) la van cerrando, y luego se van, entonces uno la vuelve a abrir y viaja como quiere.

El micro partió desde la plataforma en la Terminal de Ómnibus de Retiro a las 18:50 de la tarde y fue puntual. Durante el recorrido realiza algunas paradas. En las paradas no demora prácticamente nada, ninguna pasa los cinco minutos, alguna que otro serán diez minutos como mucho, no se permite bajar, salvo aquellas personas que descienden por finalizar su viaje. El recorrido es: Retiro Terminal (Buenos Aires - Buenos Aires), Pacheco Terminal (Nueva) (Buenos Aires - Buenos Aires), Escobar "Parador" (Escobar - Buenos Aires). Aquí en Belén de Escobar, ya cayendo la tarde, se encienden las luces de las calles, y desde el micro tomé esta fotografía corrida que apenas deja ver el Reloj y la Virgen. El Reloj Torre, ubicado en las calles 25 de Mayo e Independencia fue inaugurado el 16 de Septiembre de 1.997. Se destaca un reloj de cuatro caras con sonería electrónica "Big Ben" de Londres, montado en una estructura de torre en mármol. Justo en frente hay un pequeño espacio urbano con la imagen de la Virgen en la advocación de la Medalla Milagrosa. Esto fue solo de pasada con el micro, Belén de Escobar tiene algo más para ofrecer al turismo. El recorrido del micro continúa: Campana Terminal (Campana - Buenos Aires), Zarate Peaje (Zarate - Buenos Aires), Gualeguaychu "El Tagüe" (Gualeguaychu - Entre Ríos), C. del Uruguay (Acc.) (Concepcion del Uruguay - Entre Ríos), Colón Cruce (Colon ETR - Entre Ríos), Ubajay Parador Gastiazoro (Ubajay - Entre Ríos), Concordia CAMINERA (Concordia - Entre Ríos), Cuatro Bocas (YPF) (Cuatro Bocas - Corrientes), P. de los Libres (ESSO) (Paso de Los Libres - Corrientes), Alvear Terminal (Alvear (Ctes) - Corrientes), Alvear Terminal (Alvear (Ctes) - Corrientes), Sto. Tme ESSO (Santo Tome - Corrientes). El micro continúa viaje, después de circular toda la noche va llegando a la zona norte de la provincia de Corrientes. Por esta zona ya se comienza a vislumbrar la característica tierra colorada. Ya de mañana, a poco de llegar a la localidad de Gobernador Virasoro se ve dese la ruta el Establecimiento Las Marías, que produce cuatro conocidas marcas de yerba mate. Virasoro es también la Capital Provincial del Mate. (Incluso posee un monumento al mate).

El micro continúa por la Ruta Nacional 14 que lleva por nombre José Gervasio Artigas hasta que cruza por la localidad Gobernador Virasoro. Virasoro Terminal (Virasoro - Corrientes).
Desde el micro se ve al lado izquierdo de la ruta, primero la Terminal de Ómnibus de Virasoro, en este viaje no paró, evidentemente no subía ni bajaba nadie, luego una casilla con el escudo de la ciudad y todo el frente pintado estilo mural sin llegar a serlo que al parecer es un centro de artesanos o dictan talleres para artesanos, al lado otra casilla más pequeña que se trata de la Información Turística de la ciudad, posee en su frente dos o tres banderas. Justo al lado de la casilla de Informes Turísticos, hay una pequeña plazoleta, la Plazoleta Mauricio Herman, y allí está ubicado el Monumento al Cebú. Virasoro es conocida como Capital Nacional del Cebú y Capital Provincial de la Forestoindustria. Capital Nacional del Cebú, debido a que hasta hace pocos años esta era la raza que predominaba dentro de la oferta ganadera.

A muy pocos metros de allí, un nuevo monumento se alcanza a ver desde el micro. Monumento ubicado en la Plazoleta Mate y el Tarefero a la vera de la Ruta Nacional 14, en lo que sería el acceso Sur a la ciudad, en la esquina de la avenida San Martín y Lisandro de la Torre. Se trata del monumento al Tarefero. Inaugurado en el año 2011. Se trata de un homenaje y reconocimiento al trabajador yerbatero, que representa la que fue históricamente la principal industria de la zona local y regional, industria que hizo posible el crecimiento y desarrollo de la localidad. Obra compuesta por dos figuras humanas, con una altura estimativa de 5,50 metros de altura total, incluyendo el pedestal del monumento. Fue realizada por el arquitecto Fernando Calzoni. El monumento está compuesto por un pedestal y la escultura, que considera al tarefero como actor principal junto a su mujer, también cosechera de yerba, quien lo ayuda a sostener y amarrar la ponchada (bolsa contenedora), ejerciendo el anclaje del peso en una especie de vincha que le permite tensionar y equilibrar la pesada carga para sostenerla en la espalda, donde descansa el gran volumen del conjunto de brotes y ramas. http://www.diarioellibertador.com.ar/notix/noticia/13177_la-gestion-de-betty-pintos-concreto-mejoras-en-espacios-publicos.htm

Unos metros más adelante, pasando una plaza con juegos para niños, se puede ver una Ermita con una Virgen, posiblemente se trata de la Virgen de Itatí por lo que pude ver en la web.
Gobernador Virasoro es un municipio que tiene lo suyo para recorrerlo, detenerse un día por caso si uno realiza el recorrido jesuítico-guaraní de Corrientes que va desde Alvear hasta Yapeyú pasando por ocho ciudades entre ellas Virasoro.

El micro sale de la ciudad después de cruzarla y continúa su rumbo hacia el norte ya para ingresar a la provincia de Misiones. A la vera de la ruta de ven “pequeños bosquecitos” bien ordenados, una árbol al lado de otro, fueron plantados, y se los va viendo en diferentes etapas de su crecimiento, en los más desarrollados, uno ve entre los troncos y como la vegetación superior impide el paso de la luz solar generando una oscuridad en su interior. Parecieran formarse pequeños bosques. Aquí hay todo un tema para plantear, por un lado el gobierno nacional a través de una ley de promoción forestal alienta este tipo de plantaciones, también apoyado en dos o tres instituciones de renombre que depende del gobierno nacional y también del provincial. En toda esta región de Corrientes y Misiones, hay muchísimos aserraderos, incluso una ciudad de Misiones, San Vicente declarada Capital Nacional de la Madera. En su mayoría parecen ser plantaciones de pinos y eucaliptos. Por otro lado hay algunos grupos minoritarios críticos de este proceder alegando cuestiones como falta de control o incumplimiento de leyes ambientales y el impacto socio-ambiental negativo de estas plantaciones.

Finalmente el micro sale de la provincia de Corrientes e ingresa en la provincia de Misiones. San José Cruce (Mnes) (San José (Cruce) - Misiones), Posadas Terminal (Posadas - Misiones).
Aquí en Posadas, en una ruta con muchas curvas ingresa hasta llegar a la Terminal donde descienden algunos pasajeros dando concluido su viaje. Es aquí en Posadas cuando se observa por primera vez el río, el gran río Paraná, parte de la ruta lo bordea, tanto para ingresar como para salir de Posadas.
Y luego pasa por Candelaria Agencia (Candelaria - Misiones), Santa Ana Cruce (Santa Ana - Misiones), hasta que concluye nuestro recorrido en San Ignacio Terminal (Mnes) (San Ignacio MSN - Misiones).
Aquí descendemos, llegamos a San Ignacio en la provincia de Misiones. El micro solo demora 5 a 10 minutos, y luego continúa su viaje hasta terminar en Puerto Iguazú, destino final del mismo.



La imagen anterior corresponde al mapa de la ciudad de San Ignacio. Está incompleto, pero sirve para orientarse y marca algunos de los puntos principales que hay en el municipio, al menos en el casco principal.
Yendo para el norte, la ciudad de San Ignacio se encuentra del lado izquierdo de la ruta nacional 14, no obstante la Terminal de Ómnibus de San Ignacio se encuentra justo enfrente de la ciudad, del lado derecho de la ruta nacional 14, y esto supone el peligro que representa para cualquiera que vaya a pie el hecho de tener que cruzar la ruta, más que nada porque no hay ningún puente peatonal que facilite el cruce. Por su parte la Terminal es bastante pequeña, y los baños un desastre, además de ser pequeños están rotos y muy sucios. Desde allí partimos a pie, cruzamos la ruta y caminamos dos cuadras.

Allí a dos calles de la Terminal se encuentra el acceso principal a la ciudad. Está bastante señalado, unos cuantos carteles indicadores que se sostienen como pueden como se ve en la imagen, todos ellos se encuentran inclinados para uno u otro lado. Uno de ellos indica el nombre del municipio, el otro es un grande y colorido que anuncia la llegada al lugar, otro más con indicaciones propias para turistas como camping y demás, y finalmente otro con la í mayúscula que indica la proximidad de la casilla de Información Turística.

Un día de muchísimo calor, como todo los restantes días, y al parecer como es el verano allí. En ocasiones temperatura cercanas a los 40º, siempre encima de los 30º. Es importante utilizar gorro, protector solar en zonas descubiertas (por ejemplos los brazos) y si es posible anteojos solares.
Llegamos a la entrada. El Arco de Acceso, bastante sobrio, de un lado una réplica que representa una de las paredes que aún se conservan en pie de lo que fue el templo de las reducciones, luego el “arco de acceso”, que no tiene nada de arco, y en la parte inferior está marcado con la conocida señal complementario de riesgo permanente, que alterna franjas amarillas  negras inclinadas en 45º. Del otro lado se encuentra un destacamento de la Policía Provincial de Misiones pintado en color azul, parte del cual se alcanza a ver en la fotografía así como también su escudo, y el mástil de la bandera sobre la vereda. Allí también, al lado se encuentra la Oficina de Turismo.

Siempre es recomendable hacer una visita a la Oficina de Turismo para informarse del lugar y que poder recorrer/conocer, obtener folletos, y alguna recomendación que nos puedan dar. En nuestro caso, la pasamos por alto, pero de descuidados, la emoción de haber llegado hizo que tomáramos el camino y entre foto y foto nos pusimos a caminar hacia el centro del municipio. No obstante, ya habíamos averiguado a través de internet sobre el lugar y que lugares visitar, todo aquello disponible al turismo.
La calle de ingreso es la Avenida Sarmiento, esta avenida resulta en un boulevard sin árboles, en realidad si los tiene, pero no son muchos y la mayoría son pequeños, al menos las primeras tres o cuatro calles. Ese día estaban reparando uno de los lados de la avenida por lo que había un desvío del tráfico que no era abundante. Por partes, la avenida estaba realizada con un empedrado con rocas posiblemente de la zona. La tierra rojiza. Y por ese cordón amarillo interminable era por dónde íbamos caminado en equilibrio. Las calles presentan una pequeña subida. Así fue que subimos seis calles hasta el cruce con la calle Rivadavia. En esa equina se encuentra la Iglesia, de la cual ya hablaré. Solo las calles principales se encuentran señalizadas como tal, el resto de las calles no, siendo una ciudad turística no señalizar todas las calles es cuanto menos un descuido, para algunos se nos vuelve necesaria y favorable la señalización, que en algunas ciudades se lo dan a privados y estos señalizan agregando su “marca” en algún lugarcito de la señalización, en otros casos se encargan directamente las municipalidades, aquí por lo visto se conforman con señalizar algunas de las principales calles y no todas.

Buscábamos el lugar en el que nos íbamos a alojar, que previamente habíamos reservado. Este lugar se llama El Descanso, y se encuentra ubicado en la calle Pellegrini 270. El tema es que de entre las pocas calles señalizadas, una de ella era la calle San Martin, que es una de las principales. Nosotros íbamos por la Avenida Sarmiento que también está señalizada, el tema se daba que si nos salíamos ya no había más carteles indicadores, y al no haber señalización, en un lugar desconocido, se dificulta orientarse. Habiendo llegado a la esquina de Sarmiento y Rivadavia le consultamos a un muchacho que venía en bicicleta y no supo ubicarlo, luego le consultamos a una mujer que circulaba por allí, y a la preguntar “¿sabe por dónde queda el hotel El Descanso?”, la respuesta fue “sí, el hospedaje, por allí, y luego hacia allá”. No iba a ser la primera vez que nos marcaban bien la diferencia entre hotel y hospedaje. Y está bien, porque así era, un hospedaje.
Desde Sarmiento y Rivadavia, por Rivadavia son cinco calles hasta Pellegrini y luego dos calles hasta llegar. En definitiva, hicimos una vuelta en U. Desde la Terminal se podía acceder más fácilmente. Incluso, cuando íbamos en micro vimos una cartel indicador bien grande que señalaba El Descanso, este cartel está justo en el cruce de la calle Pellegrini y Ruta Nacional 14. Yendo en automóvil, uno puede ingresar directamente por allí, son dos calles desde la Ruta 14.
También caminando por la calle Rivadavia, hemos visto alrededor de tres o cuatro carteles indicadores, como el de la fotografía, que indican con flechas, distancia, y el nombre del hospedaje en grandes letras pintadas sobre madera, al parecer, es el mismo hospedaje que se encarga de señalizar para los turistas. Y esto sirve.

¿Cómo es que llegamos al hospedaje? Naturalmente que caminando, sólo caminar siete calles desde donde nos encontrábamos. Pero ¿cómo es que llegamos a tener conocimiento de este hospedaje? ¿cómo obtuvimos nuestra reserva? Antes de viajar, la idea era llegar y buscar directamente en San Ignacio, ya que todos los lugares para hospedarse, están relativamente cerca, los más lejanos no superan las diez calles de la plaza central. Pero tuvimos en cuenta, algo tarde, ya que esto sucedió a menos de diez días de viajar, de pensar la posibilidad de no conseguir lugar, debido que era verano, temporada alta, feriado largo, y además se daban las fiestas de los carnavales, esto iba a dificultar el hospedaje en general, y todo estaría con capacidades agotadas. Así fue que indagamos en internet, y llegamos a una web, que facilita en parte la tarea. Antes debo decir que hay varias web del estilo. Esta tiene sus particularidades. La webpage en cuestión es Booking.com http://www.booking.com/index.es.html . Para utilizarla, uno tiene que registrarse gratuitamente, el registro permite gestionar reservas. Antes uno utiliza el buscador de Booking.com, coloca la ciudad, la fecha de viajes y el tiempo de estadía, es decir la fecha de regreso, inmediatamente la web devuelve los resultados disponibles, cuantas vacantes quedan y la posibilidad de realizar la reserva. Incluso presenta hospedajes de localidades cercanas y señala los km que se encuentra, y nos da muchas características de cada hospedaje, y los comentarios de los visitantes. Los visitantes luego de hacer uso de su reserva, tienen un tiempo para realizar un comentario en la web sobre el lugar. La reserva es gratuita, piden un número de tarjeta de crédito pero no descuentan nada, cuando uno realiza la reserva tiene que imprimir el código de reserva que ya sale con las características de la reserva. En nuestro caso, entre las pocas ofertas disponibles que quedaban para dichas fechas, una de ellas era El Descanso. Solo quedaban disponibles tres ofertas, y la más completa era esta que elegimos. Así que sin pensarlo mucho tomamos una reserva. No todo culmina allí. Decidimos que mejor sería de llamar por teléfono de manera de confirmar nuestra reserva. Y ¡menos mal que lo hicimos!, la señora nos dice no saber nada de la reserva dado que “booking no les avisa nada”, no obstante, al modo tradicional de birome y papel nos reserva la habitación solicitada a través de Booking.com. Ya confiados en tener la reserva, viajamos tranquilo. Esta experiencia sirve de aviso para aquellos viajeros que se confían solo en la reserva a través de la página web de Booking.com, luego que realicen la reserva, llamen por teléfono, para asegurarse bien que se las tomen y evitarse un mal momento de quedarse sin la misma. Ha pasado, y esto se puede ver en los comentarios que dejan en Booking.com.

En lo referente al hospedaje El Descanso, en Booking.com lo definen como un hostal, y en España un hostal es un hotel barato y se lo diferencia del hostel, ya que el hostal no posee habitaciones compartidas. Así es, El Descanso posee habitaciones individuales con baño privado. En nuestro caso, lo reservado coincidía con lo ofrecido. Baño privado, aire acondicionado, wi-fi, espacio interno para guardar vehículo, parrilla compartida, cocina compartida, servicio de recepción de 24 horas y servicio de camarera de piso.
Como cualquier hospedaje posee cosas a favor y cosas en contra o negativas.
Algo muy bueno es que se encuentra a pocas cuadras del centro de la ciudad, a pocas cuadras de la terminal de ómnibus y a pocas cuadras de las Ruinas Jesuíticas-Guaraníes, y se encuentra ubicado en un lugar tranquilo. Uno puede movilizarse a pie sin mayores problemas.
Es para destacar la atención, diría la calidad humana de la dueña, es quien atiende todo, y todo el tiempo está disponible, ella vive ahí mismo en una casa al frente, y pasa la mayor parte del tiempo en el patio o dando vueltas, yendo y viniendo haciendo sus cosas, así que está siempre disponible, es amable y cordial. Imagino que a esto se refieren con “servicio de recepción las 24hs” porque nadie crea que va a encontrar una oficina con un empleado/a esperando para atender. La atención es buena.
Hay que tener en cuenta que limpian constantemente y recambian las toallas a diario, creería que con esto se refieren al “servicio de camarera de piso”, el hospedaje posee tres o cuatro empleadas que se encargan de todo esto, también se les puede hacer consultas si es necesario, o para el caso que no se encuentre en ese momento la dueña. También son amables y respetuosas.
Las habitaciones son pequeñas, pero no se trata de ir a vivir, sino de tener un lugar de paso para el tiempo que uno no se encuentra realizando otra actividad, para pasar la noche o para descansar confortablemente, y para esto, a pesar de sus dimensiones pequeñas, alcanza de sobremanera. La habitación posee una cama matrimonial (aunque había variantes en lo referido a las camas), una mesa, dos sillas, un roperito con estantes y espacio para perchas, dos mesas de luz, un espacio por encima del respaldo de la cama para apoyar cosas, dos luces individuales, una luz superior, ventanas, cortinas, un ventilador de techo, y el aire acondicionado. No posee televisor ni radio. Pero en nuestro caso no nos hizo falta, ni lo deseamos, ya que solemos llevar uno o dos libros para la lectura, y una pequeña radio portátil que funcionaba muy bien. No obstante, la dueña nos aclaró reiteradamente, sin que le preguntemos siquiera, que la habitación no poseía televisor, suponemos que se debe a quejas o reclamos de algunos turistas.
En lo referente a la “parrilla compartida (en Booking.com le llaman espacio para barbacoa) y cocina compartida” había un pequeño espacio justamente con eso, además de una pileta, y una mesa de dos metros con bancos a sus lados. Quienes quisieran utilizarlas solo tenían que hacerlo. En nuestro caso no hicimos uso, pero es cierto que allí estaban. Y en ocasiones se veían a turistas sentados tomando mates, o charlando con la dueña que también se sentaba allí.
Cada habitación tenía disponible frente a ella, el espacio para estacionar el auto en caso que se necesitara.
El baño, era privado, cada habitación tenía el suyo. Bastante pequeño. Un inodoro, una pileta, un espejo y la ducha. Piso y paredes azulejados. Es decir, sencillo, simple, poseía lo suficiente y necesario. Ni más ni menos. Estaba limpio. Pero descuidado, estéticamente, la parte del espejo y pileta estaba medio-medio, parecía como que fue hecho “rápido y sin ganas”, había que hacer un baño, había que llenarlo con los artefactos de baño, y hicieron eso, y así quedó, podrían mejorarlo mucho. La lluvia, tenía tres temperaturas, estaba en medio, y salía fría, pero no representaba un problema dado que con temperaturas encima de los 30º bañarse con agua fría resultaba ser un refresco para apaciguar el calor. Lo malo era el poco caudal de agua que caía de la lluvia, poquísimo, lo suficiente, te bañabas pero no daba la comodidad que uno esperaba.
El precio de la estadía El Descanso estaba acorde con lo ofrecido, no era un hospedaje caro. Los días que estuvimos allí, estaba a pleno, completo. Todo reservado incluso para días posteriores. Es recomendable para volver, tampoco conozco otras referencias allí en San Ignacio como para comparar, pero este lugar era aceptable. En Booking.com las opiniones de los usuarios que fueron turistas y pasaron por allí lo califican con un promedio de entre 6,5 y 7 sobre 10, y se utilizan los parámetros limpieza, confort, ubicación, instalaciones y servicios, personal, relación calidad-precio y wi-fi gratis.
Lo último para ir cerrando lo referido al hospedaje El Descanso es el tema del desayuno. Cuando confirmamos la reserva, la dueña insistía que el desayuno tenía un costo de 15 pesos, cuando en ningún momento le preguntamos algo al respecto, pero nos lo repitió varias veces. De hecho si consideramos que un desayuno en promedio en Capital Federal va entre los 65 pesos a los 85 pesos dependiendo el barrio, un desayuno de 15 pesos era un regalo. Entendemos que posiblemente, un desayuno de 15 pesos para otros turistas de algunos lugares del interior les resulte caro, otra razón de la insistencia en recalcar el precio del desayuno podría ser quejas o reclamos de otros turistas o tal vez a ese precio se lo considere caro en San Ignacio. Lo cierto es que decidimos tomar el desayuno todos los días. Si uno quería manteca y mermelada, tenía que pagar 5 pesos más. Un desayuno completo costaba 20 pesos. Y la verdad que valía la pena. Había una especie de hall, bien cuidado con mesas y sillas, especialmente para el desayuno, mesas con mantel, y grandes ventanas con mucha luz, pequeño pero agradable. Te lo servía en tres jarritos metálicos, uno para el té, el otro para el café y el tercero para la leche. Leche cremada. Tres medialunas. Medialunas de manteca. Lo bueno es que cada jarrito traía para llenar tres veces una taza mediana. Lo cual no era menor. La manteca te la servían en un platito cortada a ojo, una porción, lo mismo sucedía con la mermelada, serían dos o tres cucharadas grandes servidas en un platito. Lo bueno de esto, es que lo hacía algo más casero, marcando la diferencia con aquellos cafés que te lo sirven en envases minúsculos plásticos.

Ese mismo día, fuimos a visitar la llamada Playa del Sol. También conocida como Playita del Sol. Se trata del Balneario Municipal de San Ignacio. Se accede por un camino de tierra bien consolidado. No es muy lejos, son 3km por este camino de tierra. Aquí fuimos en camioneta. En vehículo se demora en llegar alrededor de 15 minutos. A ambos lados del camino solo hay vegetación. Uno tiene que tomar la Av. Quiroga, que pasa justo por una de las esquinas del Destacamento de Gendarmería. Ese camino va directo. En el camino hay dos salidas que están señalizadas, una primera lleva a la Casa Museo de Horacio Quiroga y la segunda es un cruce, también señalizado, que lleva a comunidades aborígenes del lugar. Cuando pasamos, tomé un fotografía, donde se ve una construcción en madera y con varias ventanas, como se ve en la imagen, se trata de la Refacción y Refuncionalización de la Casa Museo de Horacio Quiroga con base en el Programa de Refacción y ampliación de Museos Provinciales.

La entrada a este Balneario costaba 35 pesos, pero justo ese día estaba en 70 pesos, el doble, debido a que habían montado un escenario e iban a tocar algunos grupos musicales. La música/recital comenzaba alrededor de las 20hs, y nosotros habremos llegado entre las 15hs y las 16hs. Como solo nos íbamos a quedar 1 o 2 hs hablamos con los boleteros de la entrada y solo nos cobraron los 35 pesos.
La playa es pequeña. Hay un sector para poder bañarse en el río, por supuesto, boyado y con guardavidas. Nos sentamos un rato en la arena observando la majestuosidad del río Paraná. Alrededor mucha vegetación. No había mucha gente. Algunos solo en la playa y unos pocos en el agua. Desde la orilla se podían ver la cantidad de lo que parecían ser renacuajos muy pequeños en el agua. En la parte de arriba, había un sector con mesas y sillas, y un sector para acampar aquellos que iban a instalarse allí con carpas. Del otro lado de la playa, había un sector que bordeaba el río pero todo de piedras. Solo se podía ir a tomar unas fotos y regresar. En la playa también había unas lindas y grandes sombrillas hechas solo con paja y troncos. Del lado de frente se veía la costa paraguaya. El río estaba tranquilo, y el sol pegaba fuerte. También había construida una bajada para botes y lanchas. En otro lado, había una canoa sobre el agua, que daba la impresión de estar en mal estado, si bien flotaba, tenía bastante agua por dentro. La arena estaba limpia.

Algo que nos llamó la atención, ya desde que el micro que nos trajo ingresó a Posadas, y mientras daba la vuelta bordeando el río, a la vera de la calle había un señor que tenía un cartel que decía “hay caburé”. Nos llamó la atención pero no podíamos saber a que hacía referencia. Más adelante otro más con lo mismo. La palabra caburé me sonaba la asociaba con un ser vivo, y estaba convencido que se trataba de un ave, pero no podía asociar caburé-ave-señor con cartel “hay caburé”. Después pensé ¿será algún pez? No, no podía ser. Efectivamente caburé es un ave rapáz, de la cual hay varias especies, también se la conoce como mochuelos. Pero aquí no se trataba de un ave. Y esto lo conocimos aquí en el Balneario Playa del Sol. Resulta que aquí en San Ignacio, y posiblemente en gran parte de la provincia de Misiones llaman caburé a una especie del conocido chipá. Una masa con queso cocinada. Envuelven esta masa con queso en un palo, lo hacen girar sobre el fuego, y cuando se cocina, lo retiran del palo, y te lo venden. Y queda en un chipá con forma de cilindro ahuecado en el centro. Y lo venden a 10 pesos. Así que para conocer y probar algo nuevo nos compramos uno cada uno. Fin del misterio del caburé.
Al pasar una o dos horas, el cielo se empezó a nublar, poniéndose gris. Así que emprendimos el regreso.

Por la tardecita alrededor de las 19hs salimos a caminar un rato por la ciudad. Por la zona céntrica, ya que hay un importante sector d la ciudad que está un tanto más alejado y solo es eso, calles y casas porque no se presenta como turístico al menos en ningún portal en intenet. Pero sí la zona céntrica, aunque también es difícil encontrar referencias, las mayor parte solo comprenden el contenido turístico más conocido de San Ignacio. Nuestra preocupación era la inseguridad, debido a que en las ciudades grandes, la problemática de la inseguridad es moneda corriente y no discrimina entre turista y no turista. Aquí pareciera casi no existir inseguridad. Así que se podía caminar con tranquilidad.
Nos fuimos caminando hasta la Plaza Central de la ciudad. Cinco cuadras desde la hostería. La plaza se llama Plaza San Martin. Y posee un busto en homenaje a San Martin, como se ve en la fotografía.

Desde la Plaza San Martin, justo enfrente, en la esquina de la calle Independencia 605, se puede ver la Municipalidad de San Ignacio. Aquellos que nos gusta disfrutar del turismo arquitectónico no podemos pasar por alto todos los edificios que por una u otra razón resultan interesante. En la fachada tiene grabado en números grandes el año 1877. La fecha de 1877 grabada en la fachada hace alusión al momento en que se dio comienzo del trazado y repoblamiento de todo ese lugar, que luego en el año 1895 se crearía como un nuevo departamento de lo que ahora es la provincia de Misiones. El edificio está pintado de un particular color bien llamativo. Un rosado fuerte, y la base junto con las dos columnas frontales de un color bordó fuerte. Por lo que pude ver en internet, otras fotos de hace algunos años atrás, fotos del 2008, este mismo edificio estaba pintando en blanco con bordó, ahora han suplantado el blanco con este rosado fuerte. No cabe dudas que se destaca de entre el resto de las edificaciones. Cuanto menos llama la atención.
En la calle se ve un vallado provisorio y algunas cámaras, además de sillas y medas, con motivos de los preparativos para el Carnaval.

La plaza en sí misma es linda, hay muchos árboles palmeras, algunas luces ubicadas en sencillos faroles de un foco con tulipa redonda, mástiles, caminos empedrados con las piedras rojizas características del lugar, algunas palmeras, algunos canteros. Pero se nota algo de descuido, en la fotografía, mal tomada que resultó quedar inclinada, buscaba retratar eso, que se ve, que no posee placa ni se sabe que es, está deteriorado, ladrillos faltantes, vegetación que crece entre las grietas, y en otros dos bustos que hay, sucede que están descuidados, falta pintura en las bases que muestran el desgaste por el paso del tiempo, los cordones de los caminos y canteros, que al parecer fueron color blanco, hoy se ven desgastados o sucios. Por lo demás la plaza es tranquila, y se observan diversos pájaros que bajan al suelo al buscar su comida. También se hace notoria la ausencia de bancos para poder sentarse un rato.


Siguiendo el camino por la calle San Martin, cruzamos la calle Belgrano y la que viene es la Av. Sarmiento, en este sector de la ciudad es donde se concentra gran parte delos locales comerciales de todo tipo. Hay banco, farmacia, tiendas de ropa, tienda de juguetes, tienda de electrodomésticos, kioskos, supermercados, etc… Esta zona se encuentra señalizada, tanto las calles como los lugares de interés turístico. En el medio del cruce de calles hay una pequeña fuente de agua color blanco con plantas y faroles alrededor. Aquí ya estamos en la zona del boulevard que existe sobre la Av. Sarmiento. Así que nos dirigimos a caminar por este boulevard.

El boulevard no tiene más de 3 cuadras. En realidad son más cuadras, es casi toda la Avenida Sarmiento, es decir, son 8 cuadras, pero las habilitadas por decirlo de alguna manera, las preparadas, acondicionadas para poder recorrerlo son solo 3. En los planos de la ciudad, en todos los que vi, lo suelen marcan con verde.
¿Y por qué diferenciar esta parte de la otra? Justamente porque esta pose una camino interno para poder circular, camino pequeño, angosto, construido con piedras y bordes de ladrillo, alrededor el césped se encuentra bien cortado, y hay plantado pequeños y grandes árboles. Además hay algunos bancos y algunos monumentos. Uno de ellos es el de la fotografía, un monumento a la Bandera Argentina, o eso parece, con falta de pintura, como se puede ver, y sin ninguna placa ni especificación.


Último monumento que se ve yendo para uno de los extremo, hacia el cruce con la Av. Quiroga. Monumento a la Madre. En la placa se puede leer su grabado que dice “Madre!... Bendita seas. Homenaje del pueblo de San Ignacio. 11 de octubre de 1983”. Descuidado, sin la pintura apropiada o con el desgaste natural del tiempo, que no fue restaurado.
Unos pasos más atrás finaliza el boulevard, increíblemente lo que sigue es una cancha de algún deporte, podría ser una variante de futbol, dado que no tenía líneas marcadas y los dos arcos eran tamaño pequeño.

Regresamos sobre nuestros pasos para llegar hasta la Iglesia de la ciudad. Volviendo pasamos por un alto mástil. Pareciera indicar el centro del boulevard. Allí había un grupo de jóvenes charlando. El mástil posee una base circular con tres escalones y tenía una placa pero no recuerdo lo que decía. A su alrededor bancos y mucho verde. Tomamos algunas fotografías y continuamos caminando.

Llegamos hasta la Iglesia. Se trata de la Parroquia San Ignacio de Loyola. Una placa a uno de los lados de la misma así lo indica. Al otro lado se encuentra una estatua con la imagen del santo. La misma posee una torre central posiblemente el campanario.
Está pintada en un rosado claro de fondo con bordes remarcados en rosado fuerte. ¿Significará algo la utilización de dichos colores? Tal vez nada, pero buscando en internet, si se buscan imágenes de iglesias de San Ignacio de Loyola unas cuantas aparecen en esta combinación de colores. Quizás solo sea casualidad.




La anterior es una foto del interior del templo.



El recorrido de este día concluyó, y regresamos al hospedaje caminando por la calle Rivadavia. Desde una de las esquinas de la Plaza San Martin, el cruce de las calles Hipólito Yrigoyen y Rivadavia, calles céntricas con el característico empedrado, podía verse una torre de agua o tanque de almacenamiento de agua con forma de hongo, o forma de cono invertido, que se eleva entre los árboles por detrás de las casas.
De aspecto modernista, localizado prácticamente en el centro de la ciudad a menos de una calle de la plaza principal.



La crónica de este viaje continúa en la Parte II de IV de Visitando San Ignacio – Provincia de Misiones. 
Por aquí http://reuniendoletras.blogspot.com.ar/2015/02/visitando-san-ignacio-provincia-de_26.html

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